Mi nombre es Raquel, tengo 41 años y soy de Barcelos, Portugal.
Llegué a Betel Porto, con mi vida totalmente destruida y desgastada por más de 15 años de consumo de drogas. A los 24 años me enamoré del hombre que ahora es mi exmarido que ya era consumidor de drogas. Me casé, tuve tres hijos y fui sobreviviendo entre tratamientos, recaídas y oportunidades que mi familia me iba dando a cambio de desilusión tras desilusión. Comencé una vida sin reglas y me dejé llevar. Acabé perdiendo la tutela de mis hijos que quedaron al cuidado de mis padres. Perdí todo. Mis días eran para consumir drogas sin importar qué hacer para conseguirlas.
Estaba tan cansada, tan desesperada, que una noche imploré a Dios por una oportunidad, arrepentida por todo el mal que había hecho. Hoy entiendo que Dios escuchó mi clamor y me llevó hacia Betel donde he conocido su amor y su poder en mi vida.
He recuperado la confianza de mi familia que ahora me apoya y está a mi lado. Tengo sueños y proyectos en Betel. Estoy agradecida a Jesús mi Salvador, mi Señor y mi Libertador. Quiero servir a los demás y ser testimonio de su amor y poder. Ahora me siento amada, valorada y apoyada.