¿Quieres salir de tu adicción?
Betel ofrece un programa residencial de acceso gratuito
¿Quiénes somos?
Betel es una asociación sin ánimo de lucro declarada de Utilidad Pública que comenzó en 1985, cuyo fin es la acogida de personas en exclusión social y problemas de adicciones por medio de un programa gratuito.
¿Cómo ayudamos?
Ofrecemos un programa residencial gratuito de larga estancia (12-18 meses) en un ambiente de convivencia y apoyo para la rehabilitación de drogodependencias y otras adicciones.
Nuestra misión
Nuestra misión es restaurar vidas dañadas por el abuso del alcohol, las drogas y la exclusión social, ayudando a las personas a ser miembros activos de su comunidad, construyendo valores, capacidades y carácter.
¿Cómo puedo ayudar a Betel?
Betel España necesita tu ayuda para transformar vidas
Historias de éxito
"Mi vida era un fracaso debido a mi inseguridad. Eso me llevó a estar viviendo en la calle por largos periodos de tiempo, siempre dependiendo de las drogas y otros tipos de adicciones. Entonces mi padre me convenció para ir a Betel. Allí tuve la oportunidad de cambiar mi vida y cortar para siempre con las drogas..."
Actividades Ocupacionales
En Betel, nuestros residentes participan en actividades ocupacionales con valor terapéutico y pre-laboral, por ejemplo la recogida de muebles de segunda mano para vender en nuestros rastros benéficos. Las actividades están orientadas a la recuperación de las personas residentes en el centro, enfocadas a la restauración integral de la persona y su capacitación socio-laboral.
Voluntariado internacional
¡Sé parte del cambio sirviendo en Betel! Ofrecemos periodos de corta, media o larga estancia en países como Reino Unido, Alemania, República Checa, Finlandia, Kazajstán, Portugal e India.
¿Cómo empezó Betel?
Betel comenzó en las calles de San Blas (Madrid) en los años ochenta cuando unos misioneros de WEC (Worldwide Evangelization for Christ) ayudaron a un joven drogodependiente llamado Raúl Casto, que necesitaba un lugar para salir de sus problemas con la droga. Una vez libre de su adicción, Raúl quiso ayudar a más personas. Así empezaron las casas de acogida de Betel, que hoy se encuentran en más de 100 ciudades en 20 naciones.